Te deje un par de llantos.

Te dejé mis preocupaciones, mis manos traspiradas, mis risas y mis anhelos; te dejé mis caprichos, mis influencias, mi música, mis pasatiempos; te dejé un par de llantos y juegos de mesas, algunas caricias y todas mis dudas. Y de verdad no me acuerdo como sigue esto, pero ... Sí, es verdad. Hoy vuelvo a hablar de ti. Hoy de nuevo pienso en ti. Te juro que no quiero que sea así, que hago todo lo posible para olvidarte, para sacarte de mis pensamientos. Me prometí nunca decirte cuánto te necesitaba, cuánto quería que te quedaras conmigo para aliviar esa despedida, para hacer las cosas más fáciles. Me prometí no caer otra vez en lo mismo. No llorar, no regalar mis lágrimas por los rincones. No puedo hacerlo. Fracasé en todo lo que prometí no volver a hacer. De verdad no puedo hacerlo, y me decepciona tanto querer no pensar tanto en ti, y sin embargo eres lo único que realmente necesito ahora. Todo el día pensé que ibas a llamar, en todo el día no me despegué siquiera un segundo de aqui, y sin embargo es tan temprano. Y todavía te extraño. Creo que de alguna forma el tiempo va a decidir que hacer conmigo. Todo era tan perfecto. Te juro que no me arrepiento de nada y no imagino que hubiera pasado si de verdad siguieras aqui, si hubiera pasado más tiempo entre nosotros.